Casta diva, Norma - Bellini

Casta diva, Norma - Bellini

Prestige Index: ⭐⭐⭐⭐

El póster está realizado en nuestro papel de calidad de museo de edición Magister. Es de color blanco hueso, no estucado, y la elección superior para los amantes del arte que aprecian la más alta calidad cuando desean disfrutar de las obras de arte de una forma más lujosa.

Características:

• Material del marco: Aluminio duradero.
• Color del marco: Negro.
• Gramaje del papel: 250 g/m² (110 lb), una base resistente que es perfecta para las bellas artes, diseñada para durar.
• Acabado del papel: Mate, acabado blanco natural (hueso) no estucado.
• Protección: El plexiglás inastillable mantiene el póster en excelentes condiciones.
• Impacto medioambiental: Papel y marco con certificación FSC, que apoyan las prácticas sostenibles.
• Kit para colgar: Incluye herrajes para colgarlo fácilmente en horizontal y vertical.

26 de diciembre de 1831, La Scala, Milán

La ópera Norma de Vincenzo Bellini, tragedia lírica en dos actos, está a punto de desvelar su momento cumbre: Casta diva.

Aria inmortal, se alza como el alma misma de la obra. Es la joya de esta tragedia, donde el lirismo más puro y la emoción más contenida se entrelazan con una elegancia sobrehumana. El libreto, escrito en italiano por Felice Romani, encapsula la devoción, el drama y la sublime conexión con lo divino.

La escena tiene lugar en "El bosquecillo", en el primer cuadro del acto inicial. Allí, bajo un cielo que parece teñido de misterio, la sacerdotisa y vidente Norma realiza el antiguo ritual. Giuditta Pasta, la primera en encarnar a esta mítica figura, despliega una interpretación que trasciende lo terrenal, cargada de alquimia y divinidad. Con movimientos ceremoniales, corta una rama de muérdago sagrado, ofreciendo su tributo al dios Irminsul. La invocación resuena: "Pace v’intimo… E il sacro vischio io mieto."

Alzando los brazos hacia el cielo, Norma invoca a la Luna, su luz plateada bañando el escenario con un resplandor sobrenatural. Su oración es profunda, y los presentes se postran, cautivados por la grandeza de este instante. La flauta comienza a susurrar los primeros compases, acariciando el alma del oyente, mientras el oboe dobla la melodía en sus últimos momentos, creando un tejido sonoro que parece hecho de hilos de luz lunar.

Y entonces, la voz de Norma:

Casta Diva che inargenti
Queste sacre antiche piante,
A noi volgi il bel sembiante
Senza nube e senza vel.